miércoles, 2 de abril de 2014


LAS OTRAS RADIOS



POR MARIO MARCEL SILVA BENITES


“En el Perú, el medio de comunicación masivo más extendido es la radio.”

Esta es una afirmación muy cierta,  la radio es el medio de comunicación por el cual la mayoría de personas se informan de lo que está sucediendo a su alrededor, pero ¿Por qué, si teniendo medios más avanzados para poder lograrlo se recurre siempre a la radio? La respuesta es muy sencilla: este medio de comunicación llega para todos, desde el más joven del hogar hasta el más veterano de este, para la persona que vive en el centro de la ciudad o la que vive en la casa más alejada de su localidad, para ricos y pobres ¡La radio es para todos! No existe un límite de edad o una restricción cultural, social, económica, religiosa o política para poder escuchar radio. Solo se debe  presionar el botón de encendido para poder entrar a un mundo en donde el sonido y las palabras se unen en un solo compás.

Siendo la radio un medio para todos, su alcance es inimaginable.

Según la Ley N°28278 de Radio y Televisión, en nuestro país, solo se registra tres modalidades de radio: las comerciales, es decir, las que son manejadas por grandes bloques económicos y que su único fin es el de lucrar con la población; las educativas, cuyo fin es el de fomentar la educación, el deporte y la cultura, siendo manejadas solo por entidades educativas públicas; y las comunitarias, en este caso solo existe una radio comunitaria con licencia otorgada en el 2011 por el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, la cual se encuentra ubicada en el distrito de Incahuasien el departamento de Lambayeque, y su principal objetivo es el de formación ciudadana. Sin embargo, existen otro tipo de radios que no aparecen en dicha ley establecida por el gobierno peruano en el 2004.



“La otras radios no cuentan con una definición clara y sintética, debido a que sus objetivos van más allá de ser simples empresas comerciales.”

El fin de estas radios no es el de ganar dinero ni obtener audiencia por montones, sino el de tener un público establecido que se sienta identificado con el contenido emitido en dicho espacio radial. Entre ellas están: La radio comercial provinciana y radios de comunidades campesinas y nativas; estaciones que poseen una gran importancia para la sociedad y que son manejadas por el pueblo y para el pueblo. Igualmente están las radios operadas por la iglesia, siendo su principal objetivo  impartir educación y difundir por medio de ella, la “palabra de Dios”. Así mismo se encuentran las radios manejadas por Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que apoyan a emisoras rurales y urbano-marginales, estaciones que promueven el desarrollo social y la problemática sobre seguridad, salud y participación ciudadana, e incluso existen radios apoyadas por el Conglomerados de Proyectos de Apoyo a la Comunicación Comunal que solo retransmiten programación impartida por el Instituto de Radio y Televisión del Perú, ubicada en la capital.

Por lo expresado anteriormente, todos estos tipos de radio, disfrutan de una relevancia social inmensa y significativa.

Ahora, existen radios y radios; en la otra cara de la moneda se encuentran las emisoras manejadas por grupos políticos, que no están como medios de apoyo al aumento sociocultural de la población, sino que solo sirven para beneficio propio de las personas que ostentan un cargo político, difundiendo información a favor de la gestión edil del momento a través de instrumentos propagandísticos que ejemplifican aquella frase romana “Al pueblo Pan y Circo”.


Para concluir, puedo manifestar que gracias al variado bagaje cultural existente en el Perú, se podría decir que existe una radio para cada persona, porque no serviría de nada contar con una sola estación radial en la cual se hablara de un solo tema o siempre se programara la misma música; la radio tiene que provocar algo en el radioyente para que termine escogiendo esa emisora. La elección está en el oyente, quien es el que decide que escuchar y cuando escuchar radio.

EVOLUCIÓN E IMPORTANCIA SOCIAL DE LA RADIO


                                                                                     POR MARIO MARCEL SILVA BENITES


Todo en la vida existe gracias a un proceso, a una serie de etapas no planificadas que se suscitaron para así poder crear muchas de las cosas que existen en la actualidad; la radio no fue la excepción.

Desde los inicios de la humanidad todo era por medio de palabras, lo que se quería decir se transmitía de boca en boca, de persona a persona, de generación en generación. Las historias se divulgaban como aquel juego infantil llamado “teléfono malogrado”, cada quien le aumentaba o extraía algo para así poder enriquecer el relato, aun así, la esencia era la misma.

Pero ¿Cómo difundir esas palabras? O mejor dicho ¿Cómo transmitirlas a diferentes personas en distintos lugares al mismo tiempo? Samuel Morse, pintor norteamericano, inventor del muy conocido método de escritura morse y del telégrafo,  logró crear un sistema que utilizaba impulsos eléctricos que expulsaban pequeños sonidos que se podían emitir casi a la misma velocidad de la luz, pero que se trasmitían por medio de hilos de cobres anclados a la tierra; se podía saber lo que estaba sucediendo al otro lado del país pero no se conseguía escucharlo aún de la persona que estaba enviando el mensaje.

Treinta años después, gracias a la invención del teléfono en manos del escocés Alexander Graham Bell, se logró enviar sonido por medio de señales eléctricas que eran remitidas valiéndose de un micrófono y auriculares, la persona que estaba al otro lado escuchaba lo que se le estaba diciendo a miles de kilómetros de distancia, pero ¿Cómo hacer para que las palabras quedaran grabadas para la posteridad? ¿Cómo hacer para que la otra persona no malinterprete o tergiverse la información emitida? Las palabras se las llevaba el viento.

Estas preguntas fueron resueltas gracias a la creación del fonógrafo, cuyo inventor fue Thomas Alva Edison; sin embargo no todo podía ser felicidad, los aparatos aún tenían que transmitir toda la información por medio de cables. Esto llegó a su fin gracias a Guglielmo Marconi, quien logró hacer sonar el timbre de su sótano sin ningún cable de por medio, pero aún existía otro inconveniente: solo se podía transmitir en alfabeto morse. Una década, y un par de años después, se logró emitir sonidos reales y sin ningún tipo de ataduras, a aquella gran creación se le denominó “radio”.

La radio se convirtió en el medio de transmisión y comunicación más utilizado en el mundo, era la reina y señora de la casa, hasta que apareció la televisión y le quitó la corona. Sin embargo, antes de que eso sucediera, la radio era el centro de atención pues reunía a las familias, las entretenía y les informaba de los últimos acontecimientos. Todo esto era excelente aunque solo se podía escuchar, ese fue el gran cambio que surgió con la televisión, las personas no solo oían eso que estaba sucediendo sino que también lo podían ver.

Esa fue la razón por la que la radio buscó por todos los medios no sentirse opacada por la televisión, y lo logró: antes toda la familia tenía que reunirse a escuchar lo que se trasmitía por medio de ese aparato que en su momento fuera milagroso, ahora, cada uno podía oír lo que desease gracias al invento del transistor, que disminuía el tamaño del equipo, haciéndolo individual, además mejoraba considerablemente la calidad de las emisiones y no tenía que estar conectado todo el tiempo a un sistema eléctrico; podías llevar la radio a cualquier lugar. Esta se sentía poderosa de nuevo.

Muchos se cuestionan si la radio podrá sobrevivir frente a los  diversos avances tecnológicos y la respuesta invariablemente es positiva. La radio siempre va a estar ahí, aun cuando la sociedad siga consumiendo, de igual o mayor manera, los demás medios de comunicación. Puede que ya no sea la dueña, ama y señora del hogar pero aún conserva un lugar especial, tratando de subsistir con los otros medios de transmisión. Todos quieren saber lo que está sucediendo en el mismo instante en el que acontece el hecho, además la radio permite ser participe, mediante la  opinión, de lo ocurrido, cosa que los otros medios no pueden ofrecer. Actualmente, hasta se puede escuchar radio a través de internet, prueba de que diversos medios pueden seguir existiendo sin ningún problema e inclusive apoyarse en otros para lograrlo.

Para finalizar puedo manifestar que la invención de la radio revolucionó a la sociedad en su momento, logrando transmitir en instantes todo lo que antes solo se podía saber al día siguiente, cuando llegaba el periódico. La radio informa de primera mano el suceso, lo confirma  la televisión e internet y se reflexiona con el diario; la radio nunca podrá ser desplazada por otro medio ya que es de suma importancia sociocultural. La población ha hecho, día a día, más suya la radio, en ella pueden expresar sus ideas, opiniones, informar, educar y entretener, y es por todo esto que seguirá siendo un medio importante para la sociedad.




La Política en los primeros años de la Radio en el Perú


POR MARIO MARCEL SILVA BENITES


“El estado promovió la comunicación radial desde comienzo del siglo XX.”

En el Perú, la radio, en sus inicios, se estableció con el nombre de radiotelegrafía y su principal fin era el de integrar al país, en especial la Amazonia con la capital. La radio se implantó en el segundo gobierno, es decir, en la época de dictadura de Augusto B. Leguía. Este la estatizó por un tiempo muy breve, y antes de darse cuenta que iba a demandarle mucho dinero mantener este medio de comunicación, prefirió entregarle las riendas administrativas a la Marconi’s Wireless Telegraph Company por los próximos veinticinco años, siendo este contrato muy cuestionado por los medios escritos del momento.

FUENTE
Por estos días es cuando comenzaron a aparecer emisoras estatales y privadas, tales como la OAX: emisora que tenía una programación carente de un formato profesional y que estaba destinada más a difundir discursos políticos que el de informar y entretener al público oyente, que en esos momentos no eran muchos por los altos precios de los transmisores. 


Luego de la caída del gobierno de Leguía, el estado toma poder, por un breve momento, de la radio ya que después regresa a manos de otra empresa privada, pero está vez con un gran control sobre el contenido que se debía transmitir en las estaciones radiales. Más tarde, el gobierno regresaría a administrar directamente la OAX, relanzándola como Radio Nacional del Perú.



“La propaganda que el régimen proponía a través de la radio [………] buscaba llegar a la masa urbana interna.”

El estado trataba por todo los medios de que la población se sintiera identificada con el gobierno de turno y no fuera influenciada por corrientes artísticas y políticas del extranjero. El estado vinculó el discurso nacionalista, que se profesaba en ese entonces en la radio, con el costumbrismo y lo popular, transmitiendo música criolla y andina para que la población se sintiera identificada y de esa manera ir ganado territorio político en esos sectores.

Incluso en la actualidad, si alguien desea llegar a ocupar una curul o un cargo político, necesita, o mejor dicho debe “identificarse” con la población, hacerla sentir que está con ella y que la ayudará a superar todas sus crisis, apropiarse de sus necesidades, aun sabiendo que muy pocas veces va a poder cumplir con lo prometido, pues, muchas veces, lo único que desea ese ocupar ese lugar con la intención de poseer un poco de dinero y poder; inclusive utiliza ese poder adquirido para manejar los medios como más le convenga, por ejemplo, en esa época, los jefes de estado ya acusaban y expulsaban de sus funciones a los encargados de las emisoras si es que no compartían su misma línea política, claro que en la actualidad no es muy sabido por la sociedad, pero aún sucede, en una proporción menor, pero sucede.


“El público de élite no constituía un mercado suficiente para una radiodifusión comercial.”

En ese entonces, la población de clase media y media-baja que podía costearse receptores de buena calidad era muy escaza, pero gracias a la mejora tecnológica y a la superación económica que atravesaba en esos momentos el país, dichas clases pudieron obtener receptores de una calidad aceptable y a un buen precio, así la radio se convirtió en el medio de comunicación más utilizado. Es en ese entonces cuando la población desea hacer sentir su presencia en la política, en la sociedad y en los medios. Los empresarios se dieron cuenta que el transmitir información, programación y música popular peruana era más rentable que lo que se venía haciendo. El pueblo tenía el poder.

Como podemos apreciar, la política, en nuestro país, tuvo una gran influencia sobre la radio, pues aquella hacía y deshacía lo que quería con esta, así como también con la información que se transmitía. Pero a pesar de todo, este poder era parcial ya que la sociedad siempre tuvo alguna  influencia, grande o pequeña. Debemos recordar que la población juega un papel importante,  porque a final de cuentas  es ella quien decide creer lo que se está trasmitiendo por el aparato radiofónico.


INVESTIGACIÓN MULTIDISCIPLINARIA VOCES EN EL AIRE, APUNTES PARA CONOCER LA RADIO


                                                                                     POR MARIO MARCEL SILVA BENITES

Hoy en día se puede afirmar que, el aspecto comercial de la radio guarda una gran diferencia con la función social que debería tener este medio de comunicación. Para muchos de los empresarios radiales lo más importante es tener programas que generen ganancias, así estos contengan una programación vacía y sin ningún sentido sociocultural. Esta razón, podría ser una de las tantas, por la cual la radio ha sido desplazada (pero no olvidaba completamente) por la sociedad con otros medios de comunicación más tecnológicos como la televisión o el internet.

A pesar de eso, la radio sigue siendo un beneficio para la población, así nos lo hace saber Rudolf Arnheim y Paul Lazarsfeld, cuyo objetivo es brindarnos herramientas para que ésta no pierda el interés ni el impacto social debido. El primero de ellos se enfoca más al aspecto estético, social y cultural que debería tener el mensaje emitido a los radioyentes, la característica del canal y cómo es que se sitúa dentro del proceso comunicativo y el lenguaje que se emplea al momento de dirigirse al público. Su investigación, la cual aporta material de utilidad radiofónica vital para poder comprender la función sociológica de la radio, ha llamado la atención de muchas universidades quienes desean traer de vuelta la investigación científica de la radio y todo lo que pueda concernir como bases para la aplicación de ella en la sociedad.


La posición de Paul Lazarsfeld, por el contrario, se enfoca más en el comportamiento de las audiencias y las recepciones de las transmisiones radiales. Lazarsfeld se orienta a aspectos como los estudios de mercado y técnicas de mercadotecnia, las cuales ayudan al sostenimiento de las emisoras radiales en lo que a rentabilidad y grado de aceptación por parte de la audiencia se refiere, haciéndola más atractiva para las empresas comerciales que desean emitir sus anuncios publicitarios. Es por eso que muchas empresas utilizan variedad de herramientas apoyadas en los estudios de marketing tales como encuestas y focus-group, ya que se tiene en cuenta que una emisora necesita de publicidad para poder mantenerse en el medio. Es correcto que las empresas deseen saber las preferencias y gustos comerciales de sus oyentes, pero esto no se debe convertir en una amenaza, pues la radio no debe contener demasiado ingreso de publicidad que afecte la calidad de la programación.

Por ejemplo ARCHI (Asociación de Radiodifusores de Chile) apoyándose en una radio chilena, midió de manera cuantitativa los hábitos de horario, las preferencias programáticas, entre otros puntos más, llegando a comprobar el grado de importancia social y participación con el que cuenta en el mercado. Así mismo, en el Perú, CONCORTV (Consejo Consultivo de Radio y Televisión) realizó dos encuestas generalizadas: en la primera se indicaba que la radio es el segundo medio con más penetración en los hogares peruanos después de la televisión y, en la segunda encuesta, se revelaba que los niños y adolescentes son los habitantes que más consumen radio en nuestro país. El porqué de toda esta información es para demostrar que la radio sigue teniendo casi el mismo número de oyentes que en años anteriores, es por eso que sigue siendo una manera muy rentable para las empresas de promocionar sus productos y/o servicios.

Como nos podemos dar cuenta, aun con el gran cambio tecnológico que han sufrido los demás medios de comunicación como la televisión e internet, la radio, aún posee la misma acogida de antaño, logrando además que sea uno de los medios con mayor transmisión publicitaria del país. Si en algún momento alguien creyó que la radio dejaría de existir por la inserción de la tecnología, se equivocó, la radio como ente social, cultural, educativo y económico tiene para rato.